¿Por qué contratar una inmobiliaria en Bogotá si el propietario podría hacerlo por su cuenta y ahorrarse el pago de una comisión? o ¿Por qué escoger una buena inmobiliaria entre las 10.000 que existen en Bogotá?. 

A continuación las razones: 

1). El avalúo: un propietario no cuenta con la tecnología para fijar el precio, lo hace con base en lo que los vecinos están pidiendo y esa no es la fuente más precisa. Las inmobiliarias más avanzadas de Bogotá incorporan inteligencia artificial en este proceso para que el inmueble no se estanque por sobrevaloración, o peor aún, se venda por debajo de su precio de mercado. 

2) Fotografía y videos profesionales: todo entra por los ojos; los compradores le dan más clic a los anuncios con fotos y videos profesionales que a los hechos con celular. Lo dicen los grandes portales inmobiliarios de Colombia. Una inmobiliaria Bogotá debe tener un equipo audiovisual profesional que aumente la contactabilidad e inmerse al comprador en una experiencia memorable. 

3). La publicidad: los propietarios acostumbran pagar anuncios en portales con los que obtienen poca exposición. Otros pegan avisos de ventana y la realidad es que son anticuados y peligrosos. Las mejores inmobiliarias diseñan campañas digitales en portales inmobiliarios, optimizan los anuncios semanalmente y además refuerzan con pauta en Facebook Ads y Google Adwords. 

4). Disponibilidad: contestar llamadas, Whatsapp y correos requiere tiempo. A eso hay que agregarle los agendamientos y las visitas al inmueble. Una agencia inmobiliaria dispone de un área de servicio al cliente y de asesores para cubrir estas necesidades, incluso los fines de semana. Más importante aún, saben identificar amigos de lo ajeno que se hacen pasar por finos compradores. 

5). Gestión legal: A menos que sea abogado o contador, el propietario tendrá dificultades para entender el proceso desde la promesa de compraventa hasta la entrega del inmueble. La relación entre el Estado, los bancos y las notarías sigue siendo un proceso burocrático y de mucha responsabilidad. Un asesor inmobiliario de élite domina el cierre con estructura académica, obsesión por el detalle y pericia técnica.